Los mejores moldes profesionales para hornear
¿Sabías que en la repostería el molde que elijas influye en cómo te quedará tu postre? Factores como el material de fabricación, la conductividad térmica, el recubrimiento o incluso el grosor juegan un rol importantísimo en la presentación, consistencia y sabor del postre.
Acompáñame para mostrarte cuáles son los tipos de molde profesional que te conviene tener en tu cocina.

1. Moldes de aluminio
El aluminio es el material más utilizado en la repostería profesional gracias a su alta conductividad térmica que permite una cocción rápida y uniforme. Estos moldes se usan por lo general con papel para hornear para facilitar su desmoldado.
· Usos recomendados: bizcochos, panes y galletas.
· Ventajas: cocción uniforme, peso ligero y buena durabilidad.
· Limitaciones: pueden deformarse con golpes o cambios bruscos de temperatura; requieren un buen engrasado.
2. Moldes de acero inoxidable
El acero inoxidable ofrece gran resistencia mecánica y duran mucho tiempo, aunque su conductividad térmica es inferior a la del aluminio.
· Usos recomendados: preparaciones que requieren ser más estables: cheesecakes o pasteles sin hornear.
· Ventajas: no se oxida, fácil mantenimiento, excelente resistencia.
· Limitaciones: distribución de calor menos homogénea; se recomienda un grosor adecuado para evitar puntos de sobrecocción.
3. Moldes con recubrimiento antiadherente
Estos moldes son fabricados generalmente en acero con recubrimiento de teflón o cerámica. Facilitan el desmolde y requieren poco engrasado.
· Usos recomendados: bizcochos y tartas.
· Ventajas: fácil limpieza, reducción de riesgo de adherencia.
· Limitaciones: el recubrimiento es sensible a utensilios metálicos y puede degradarse con el tiempo.
4. Moldes de silicona
La silicona es un material flexible con buena resistencia térmica (hasta 230–250 °C según el fabricante). Aunque no es un buen conductor, su superficie antiadherente permite un desmoldado sencillo.
· Usos recomendados: pequeños postres, repostería creativa y elaboraciones frías.
· Ventajas: gran variedad de diseños, fácil almacenamiento y desmoldado sin esfuerzo.
· Limitaciones: baja transmisión de calor, lo que reduce el dorado y la caramelización. Se recomienda colocar sobre bandejas metálicas para lograr una mayor estabilidad.
5. Moldes de vidrio y de cerámica
Con una conductividad térmica baja, pero alta capacidad de retención de calor, permiten que las preparaciones conserven su temperatura tras salir del horno.
· Usos recomendados: tartas de frutas, quiches y pasteles que se sirven en el mismo molde.
· Ventajas: presentación estética y mantienen el calor.
· Limitaciones: fragilidad, peso elevado y mayor tiempo de precalentamiento.
Para saber cuál es el mejor molde para tus creaciones, la elección depende de la receta, el acabado deseado y la durabilidad requerida. Conociendo las propiedades de cada material, puedes seleccionar la mejor opción para obtener resultados consistentes con un terminado profesional.
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